SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Causas de la Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial comenzó en 1939 y duró seis largos
años.
La mayoría de las potencias principales de Europa se vieron
implicadas en la contienda, las batallas se desarrollaron a lo largo y ancho
del planeta, y más de 45 millones de personas perdieron la vida en lo que
terminó siendo el conflicto bélico más devastador de toda la historia.
¿Cuáles fueron las causas de la Segunda Guerra Mundial?
La Primera Guerra Mundial
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, muchas de las
disputas que la habían originado aún seguían sin resolver. Tras la rendición
alemana, el pueblo alemán sintió un gran resentimiento debido al hecho de que
otros países estaban interfiriendo excesivamente en la reestructuración de la
Alemania de posguerra.
Los ganadores trataron con desdén al país derrotado y ni tan
siquiera le invitaron a tener voz (mucho menos voto) en los tratados de paz que
se implementaron tras la contienda. El conocido Tratado de Versalles abordaba
específicamente el futuro de Alemania sin tener en cuenta en absoluto a los
propios alemanes.
El resultado fue que toda una nación se sintió ultrajada y
humillada: el caldo de cultivo perfecto que sería hábilmente explotado después
por políticos como Adolf Hitler.
Hitler se erigió como adalid de una justa venganza contra
los países que habían derrotado a Alemania en 1918. Su deseo de poder quedaba
justificado so pretexto de querer librarse del gobierno que había capitulado en
la Primera Guerra Mundial y con la promesa irresistible de sustituirlo por otro
merecedor de la gloria de una nueva Alemania: el NSDAP o Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemán, comúnmente conocido como Partido Nazi.
Cabe por tanto afirmar que la propia Primera Guerra Mundial
fue la causa primaria de la Segunda Guerra Mundial, al ser el primer elemento
desestabilizador de toda una cadena de acontecimientos que conducirían al
estallido de la guerra en 1939.
El Tratado de Versalles
Otra de las causas de la Segunda Guerra Mundial fue el
Tratado de Versalles, ya que enfadó sobremanera al pueblo alemán por multitud
de razones. El primer motivo fue que se trataba de un tratado impuesto por
potencias extranjeras dejando al margen a Alemania (los alemanes lo conocían
como “el dictado de Versalles” (Versailler Diktat).
Mapamundi de la Primera Guerra Mundial. En verde, Naciones
de la Entente / Aliados, en naranja las Naciones Centrales y en gris las que se
mantuvieron neutrales.
Las condiciones de
dicho tratado eran tan estrictas que las propias naciones que lo habían
impuesto se dieron cuenta de ello. Cuando Hitler comenzó a incumplir las
cláusulas años después de su firma, el resto de potencias se mostró reticente a
reaccionar enérgicamente: muchos fueron entonces los que consideraron que era
una manera tácita de decirle a Adolf Hitler que tolerarían cierta flexibilidad
en aras de normalizar la diplomacia tras la Gran Guerra.
Portada del Tratado de Versalles (versión en inglés).
Lo cierto es que el Tratado de Versalles no solucionaba
ningún problema, es más, creaba otros nuevos entre países que ya recelaban de
por sí los unos de los otros y que aún luchaban por recuperarse de la masacre
de la reciente contienda.
Uno de los puntos más polémicos del tratado quedaba recogido
en una cláusula por la cual la región alemana de Renania (fronteriza con
Francia y Bélgica) se convertiría en una zona desmilitarizada.
Asimismo, se le exigía a Alemania proceder al desarme, como
paso primero hacia un desarme mundial (desarme que fue acogido con poco
entusiasmo por parte de los vencedores de la Primera Guerra Mundial).
Por consiguiente, Alemania se quedaría técnicamente
indefensa ante cualquier futuro intento de invasión francés, hecho que sucedió en
1923 cuando Alemania fue incapaz de pagarle a Francia las reparaciones de
guerra de aquel año.
El pago forzoso de reparaciones, en la práctica multas por
los daños causados por Alemania entre 1914 y 1918, fue posiblemente la medida
más impopular del Tratado de Versalles. Tras el fin de la Gran Guerra, la
destrucción había alcanzado cotas jamás antes conocidas por la humanidad,
especialmente en Francia.
El tratado establecía que Alemania tenía que compensar al
país galo con el pago de sumas regulares. Lo que el documento obviaba es que la
guerra había dañado en igual medida a la economía germana y sencillamente era
imposible para esta última satisfacer las cantidades demandadas. La solución
alemana a este problema de insolvencia fue bastante cuestionable e ineficaz:
imprimir más dinero.
¿El efecto? Una hiperinflación (inflación desbocada). El
marco alemán se devaluó hasta tal punto que la economía estuvo al borde del
colapso total. El Plan Dawes terminaría resolviendo parcialmente el problema de
las reparaciones y Alemania pudo volver a pagar sus plazos a Francia.
El Plan Dawes
El Plan Dawes fue creado para que Alemania pudiera costear
sus reparaciones de guerra, así como para resolver varios problemas financieros
de una economía mundial que cada vez estaba más interconectada. Hay que tener
en cuenta que Estados Unidos le prestaba dinero a Alemania y Alemania lo
empleaba para pagarle a Francia las reparaciones, Francia a su vez usaba ese
dinero para pagar la deuda que tenía contraída con Gran Bretaña y Gran Bretaña
usaba ese dinero para pagarle a Estados Unidos el dinero que le debía.
El Plan Dawes parecía por tanto la solución ideal para todos
y los países comenzaron a llevarse algo mejor entre sí. No obstante, había un
punto débil en todo el planteamiento: si algo iba mal y uno de los países no le
pagaba al otro, el conflicto era inevitable y la situación económica y social
podía empeorar aún más (esto sucedió en 1929 con el estallido de la Gran
Depresión, como veremos a continuación).
La Gran Depresión
Sin duda, una de las causas de la Segunda Guerra Mundial. El
hundimiento de las cotizaciones bursátiles en Estados Unidos causó un tsunami
financiero de magnitudes desconocidas hasta la fecha. Estados Unidos no pudo
seguir prestándole dinero a Alemania para que pudiera abonarle a Francia las
reparaciones y llegó incluso a exigirle el pago adelantado de la deuda
contraída hasta la fecha.
El resultado es que Estados Unidos se replegó sobre sí con
el fin de recuperar su propia economía y de evitar terminar metido en otro gran
(y caro) conflicto europeo. Los países a lo largo y ancho del planeta
comenzaron a verse en serios apuros económicos.
Largas colas tras el pánico bancario del crack de 1929.
El desempleo era rampante en todas las naciones y los gobernantes creían que la
creación de grandes ejércitos podía mitigar el problema. La crisis financiera
internacional fue por consiguiente uno de los factores desencadenantes de la
Segunda Guerra Mundial, al darle a Alemania la excusa perfecta para romper el
Tratado de Versalles y crear unas fuerzas armadas más grandes en su propio
territorio.
La invasión japonesa de Manchuria
La crisis económica del 1929 también afectó a Japón: el
pueblo nipón sufría hambrunas, desempleo y una carestía general de recursos.
Para resolver estos problemas, Japón decidió invadir Manchuria. Con esta
ofensiva, el país del sol naciente iniciaba su inevitable camino hacia la Segunda
Guerra Mundial.
Primera causa
|
Japón era una nación pobre y sin recursos. Necesitaba más,
así que decide invadir China.
|
Segunda causa
|
Las barreras existentes entre China, Estados Unidos y
Japón se traducían en una economía nacional que se tambaleaba, así que Japón
decide construir su propio imperio para abastecerse autárquicamente.
|
Tercera causa
|
Japón no tenía acceso a materias primas estratégicas como
el carbón o el hierro. Tradicionalmente se habían importado de China.
|
Casus Belli
|
En 1931, Japón denuncia que China ha saboteado una
propiedad de una empresa nipona: un tramo de Ferrocarril del Sur de Manchuria
(en realidad se trató de una operación de falsa bandera similar al incendio
premeditado del Reichstag en Alemania). Japón decide entonces invadir
Manchuria y expulsa a las fuerzas chinas. En 1932 establece un gobierno
marioneta, conocido como gobierno de Manchukuo, leal al ejército japonés. El
gobierno de Japón ordena al ejército que se retire, pero no se acata la orden
como se debe. China recurre entonces a la Sociedad de Naciones, pero debido a
la influencia nipona en la organización no se llega nunca a ninguna
resolución condenatoria ni reparadora.
|
Respuesta de la Sociedad de Naciones
|
La Sociedad de Naciones no hace nada hasta septiembre de
1932. Posteriormente, elabora un informe sobre el incidente de Manchuria y
concluye que la conducta de Japón es contraria al derecho internacional y que
tiene que devolverle a China los territorios anexionados. En 1933 Japón
invade China de nuevo y abandona la Sociedad de Naciones. La organización
internacional se ve incapaz de dar una respuesta: estaba más interesada en
mantener unas mínimas relaciones con Japón que en agravar la situación aún
más con la aplicación de sanciones.
|
Primera consecuencia
|
La Sociedad de Naciones se presenta ante el mundo como
débil e ineficaz al dar excusas malas y al proyectar la idea de que no había
frente común frente a agresiones injustificadas contra países miembros. China
apenas recibe respaldo por parte de la Sociedad de Naciones.
|
Segunda consecuencia
|
Dado que ni Estados Unidos ni la Unión Soviética eran
miembros de la Sociedad de Naciones, la capacidad de expulsar a los japoneses
de Manchuria es nula y Japón prosigue con la ocupación.
|
Tercera consecuencia
|
Tanto Mussolini como Hitler, al ver cómo reacciona la
Sociedad de Naciones ante este incidente, siguen el ejemplo nipón en Abisinia
(Etiopía) y Checoslovaquia respectivamente. Seis años más tarde se
desencadenaría la Segunda Guerra Mundial.
|
Póster de propaganda para fomentar la cooperación con los
japoneses de la población de Manchuria.
La invasión italiana
de Abisinia (Etiopía)
Primera causa
|
En 1896, las tropas italianas tratan de invadir Abisinia
(Etiopía en la actualidad) pero son derrotadas por un ejército tribal mal
equipado. Benito Mussolini busca la venganza de tan humillante derrota. La
nueva Italia fascista no podía echar por tierra su orgullo patrio.
|
Segunda causa
|
Mussolini quiere apoderarse de las tierras fértiles y de
la riqueza mineral de Abisinia.
|
Tercera causa
|
Mussolini busca la gloria y la conquista de los antiguos
generales y conquistadores. Quiere devolverle a Italia la gloria del antiguo
Imperio Romano.
|
Ofensiva
|
En octubre de 1935, el ejército del Duce inicia una
invasión a gran escala de Abisinia. Los etíopes no pueden oponer resistencia
al poderío del moderno ejército italiano, equipado con tanques, aviones y
gases venenosos.
|
Respuesta de la Sociedad de Naciones
|
En los meses previos a la ofensiva, la Sociedad de
Naciones había estado negociando con el dictador italiano. Hubo mucha charla
pero pocos hechos concretos. Al final, la Sociedad de Naciones presenta un
plan que le daría a Mussolini parte de Abisinia. El Duce lo rechaza. Tras la
invasión italiana, la Sociedad de Naciones decide crear un comité para
imponer sanciones. Por cada semana de demora en la aprobación de una
resolución sancionadora, Mussolini hace un acopio cada vez mayor de materias
primas. La Sociedad de Naciones termina prohibiendo la venta de armas, los
préstamos y las exportaciones de caucho y metales a Italia. También se
decreta un embargo. Ahora bien, se tardan dos meses por ejemplo en bloquear
las exportaciones de petróleo a Italia.
|
Primera consecuencia
|
En Gran Bretaña, cerca de 30.000 mineros vien peligrar sus
puestos de trabajo debido a la aprobación de la prohibición de exportar
carbón a Italia.
|
Segunda consecuencia
|
La Sociedad de Naciones no hace gran cosa para pararle los
pies a Italia y otros países como Alemania piensan que podrían invadir otros
países siguiendo el ejemplo italiano.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario